Saber gestionar las emociones y regularlas es una de las facetas más importantes de la vida, ya que nos permitirá pensar antes de actuar y así reflexionar y actuar conscientemente. La infancia es el mejor momento para aprender estas habilidades.
Estos juegos permitirán trabajar el autocontrol con niños:
· Somos caracoles:
Este juego es muy sencillo, y se basa en simular que somos caracoles y que debemos hacer los movimientos con gran lentitud, como se mueven estos animales. Esto permite tener mayor conciencia del cuerpo y control del mismo, además de que requiere que se esté concentrado en lo que se hace. Podemos agregar también un circuito con obstáculos y simular los movimientos del caracol, para hacerlo más divertido.
· Me convierto en globo:
Una de las primeras cosas que podemos enseñarle a los niños es a respirar. Cuando el cerebro está colapsado de emociones, la respiración aporta ese influjo para ayudar a restablecer la calma. Entonces, podemos pedirle que se infle como un globo lo más que pueda y, luego, poco a poco, que empiece a soltar el aire. Si es posible, podemos guiarlo para que al respirar piense en cómo se siente y que al soltar el aire, imagine alguna emoción o situación agradable.
· Simón dice:
Este clásico nos ayuda a cumplir con las reglas y a controlar nuestros movimientos y deseos. Tiene que haber un coordinador o guía que dé las instrucciones, como por ejemplo: “Simón dice que saltemos, que gritemos, que bailemos, que nos quedemos en silencio, que cantemos o que cerremos los ojos”. Los niños deberán acatar y realizar cada una de las consignas. La idea es que se puedan intercalar algunas que impliquen mucho movimiento con otras que requieran frenar y calmarse. De esta manera, los pequeños se verán tentados a seguir con una acción de movimiento, pero luego deberán mantenerse en silencio y quietos en su lugar. Así, poco a poco, comienzan a ejercitar el autocontrol.

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